El cuidado de un dracaena requiere algunas medidas especiales para que la planta se mantenga sana y feliz.
A continuación se ofrecen algunos consejos de cuidado:
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Luz: Los dracaenas aman la luz solar brillante e indirecta. Coloca la planta en un lugar donde reciba suficiente luz, pero evita la luz solar directa para prevenir quemaduras en las hojas.
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Temperatura: Mantén la temperatura ambiente constante entre 18°C y 24°C. Los dracaenas no toleran cambios bruscos de temperatura.
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Riego: Deja que el sustrato mineral se seque ligeramente entre riegos. Los dracaenas son sensibles a la pudrición de raíces si se riegan con demasiada frecuencia o en exceso. Es mejor regar principalmente a través del tanque de agua.
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Humedad: Los dracaenas se adaptan bien a la humedad normal del aire en interiores, pero rociar las hojas de vez en cuando puede ayudarles a mantenerse saludables.
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Fertilización: Durante el período de crecimiento (primavera y verano), fertiliza tu dracaena cada 4-6 semanas con un fertilizante líquido equilibrado. En invierno, puedes reducir o incluso suspender la fertilización.
Sigue estos consejos para asegurarte de que tu dracaena crezca sana y feliz en un sustrato mineral. Recuerda que cada planta tiene necesidades individuales, por lo que debes estar atento a los signos de problemas y reaccionar en consecuencia.
