Para que las plantas de interior puedan purificar el aire de contaminantes, el aire no solo debe llegar una vez a sus raíces y permanecer allí, sino que debe pasar en grandes cantidades "a través" de ellas.
¿Por qué no simplemente asegurar una ventilación técnica del sistema radicular con un ventilador?
Los sistemas técnicos de este tipo (hay unos pocos en el mercado) presentan un problema considerable: las plantas no gustan de esta ventilación permanente. Figurativamente hablando, "se les enfrían los pies", se resfrían, pierden las hojas y mueren.
Para evitar esto, deben acostumbrarse durante un tiempo prolongado al flujo de aire constante. Pero incluso si las plantas lo (so)portan: la electricidad es cara, la tecnología es costosa y propensa a fallos (electricidad y humedad en un sistema) y los ventiladores además no son silenciosos.
Por eso en AIRY apostamos por el efecto chimenea.
El efecto chimenea es un fenómeno físico que causa corrientes de aire verticales.
Para una comprensión básica: el aire caliente tiene menor densidad que el frío. Existe una diferencia térmica de densidad entre ambos. La razón: al calentarse, los materiales generalmente se expanden (excepto el agua con su anomalía de densidad), es decir, que el mismo número constante de partículas ocupa más espacio, lo que reduce la densidad del material.
Con la ayuda de un tubo orientado verticalmente se puede influir en la dirección del flujo de aire. Normalmente, el tubo también provoca una aceleración del flujo. Este efecto se ilustra con un montaje experimental simple como se muestra en el siguiente video:
¿Cómo y por qué funciona esto ahora en el sistema AIRY?
El efecto chimenea en AIRY se logra gracias a la forma especial de la carcasa exterior, que ha sido probada en numerosas (y prolongadas) series de ensayos y desarrollada para una función óptima. Se aprovechan los movimientos naturales del aire, que se deben a múltiples razones (radiación solar, movimientos en la habitación, etc.). Importante para la planta: son movimientos naturales, no una ventilación permanente mediante un dispositivo técnico. ¡Las plantas pueden manejar esto perfectamente!
Para quienes prefieren un cálculo más técnico del efecto chimenea en AIRY:
El principio de funcionamiento del efecto chimenea en AIRY puede calcularse basándose en las investigaciones del Dr. Fritz Otto Schmidt en la Universidad de Rostock y verificarse científicamente. Schmidt explica sobre sus “Cálculos del sistema inteligente de contenedores (IBfG) basados en la teoría cinética de gases en relación con la actividad de la fotosíntesis y el desarrollo enzimático” lo siguiente:
“Como resultado de la absorción de cantidades de calor por la intensidad de radiación externa, principio del cuerpo negro, se produce inevitablemente, como se calcula, un aumento de presión que inicia el flujo de aire. Este proceso se apoya y acelera mediante otros efectos.
En el extremo superior del IBfG, que está construido en principio como un tubo Venturi, se puede calcular la velocidad de salida ϖ2 del aire y por tanto el caudal Q a partir de la velocidad media teórica (ϖ1 = 0,01 m/s)."
El caudal Q del aire bajo estas condiciones (Q = 0,00023 kg/s) para 1m3 es aproximadamente 9 minutos y para 50 m3 alrededor de siete a ocho horas.
Esto significa que el aire de una habitación de 50 m3 pasa aproximadamente en 7,5 horas a través del IBfG y al mismo tiempo fluye por el follaje de la planta para ser inhalado por los estomas de las hojas.
Y ahora, después de todas estas explicaciones técnicas, una vez más en palabras simples con un poco de niebla de discoteca en el video:



